El sargazo se ha convertido en uno de los grandes desafíos medioambientales de los últimos años. Su proliferación masiva no solo afecta a la biodiversidad marina, sino también a sectores clave como el turismo y la pesca. Desde Hydrolisis, especialistas en soluciones medioambientales, analizamos las causas, consecuencias y retos que plantea este fenómeno.

¿Qué es el sargazo y por qué crece de forma desmesurada?
Este año se ha producido nuevamente un crecimiento desmesurado de sargazo. Esto se debe al aumento de nutrientes, como fósforo y nitrógeno en el agua de los mares y océanos.
La continua deforestación que sufren los continentes tiene como consecuencia la escorrentía de dichos nutrientes hacia el mar, lo que contribuye a su proliferación.
Cada año se registran mareas de sargazo que alcanzan longitudes históricas en diferentes mares y océanos.
Las principales causas de este crecimiento descontrolado son:
- Aumento de nutrientes en el agua: el fósforo y el nitrógeno que llegan desde la tierra, principalmente por la deforestación y la escorrentía agrícola, alimentan estas algas.
- Cambio climático: fenómenos como El Niño y La Niña modifican las corrientes marinas y la temperatura del agua, favoreciendo que el sargazo se extienda y llegue a las costas.
Consecuencias del sargazo
El impacto del sargazo va mucho más allá de lo estético en las playas. Sus efectos son graves tanto a nivel ecológico como económico:
- Durante su descomposición libera ácido sulfúrico, provocando malos olores y contaminación en el agua.
- Asfixia ecosistemas marinos: afecta al marisco, los corales y las praderas marinas, reduciendo la biodiversidad.
- Afecta al turismo y la pesca, dos sectores fundamentales para las comunidades costeras.
El sargazo: Un problema global que requiere soluciones globales
El sargazo no es un fenómeno local. Aunque sus efectos se sienten en regiones concretas (como el Caribe, México o el Atlántico), sus causas tienen un origen global. La deforestación, el uso de fertilizantes, el cambio climático y la falta de consenso internacional hacen que sea un reto muy complejo de controlar.
Por ello, su solución no puede recaer solo en las autoridades locales: se necesitan políticas internacionales, cooperación entre países y acciones conjuntas para mitigar su proliferación.
El sargazo es mucho más que un problema estacional: es un síntoma de los desequilibrios ambientales que estamos generando a nivel global.
Desde Hydrolisis creemos que la única forma de enfrentarlo es con investigación, innovación tecnológica y políticas internacionales efectivas que protejan nuestros mares y aseguren un futuro sostenible.

